Su siguiente escape, con ayuda de su suegro, no sirvió de mucho. Ay, mi vida, yo he cambiado, yo la quiero. Esperancita, Esperancita, ¿en serio se dejó convencer? Y dale a los palos; ni siquiera habían pasado Pasto. Resumen: nuevo escape, nuevamente a la ciudad que la hizo nacer. "¡Nunca más en mi vida vuelvo a conocer a un hombre!"
No sé por qué no me sorprende enterarme de que, en 1981, ella era enfermera en la clínica donde yo nací. Ah, ya decía yo: Nos habíamos visto antes.
Edad: Diría que unos 50.
Signo: Piscis.
Abortos: 4.
Mientras ella me sigue sirviendo canelazos, yo empiezo a dejar de avergonzarme por quejarme tanto de lo aburrido que me resulta fingir que trabajo por mil dólares al mes.
¿Cómo era que dijo Jorge Luis? “Siglos de siglos y sólo en el presente ocurren los hechos; innumerables hombres en el aire, la tierra y el mar, y todo lo que realmente pasa me pasa a mí”.
¿Ya ve, doña Esperancita? A usted nunca le ha pasado nada.
Sírvase otro, por fa.
2 comentarios:
no es aqui donde deberia encontrarme pero me alegra encontrarte. leerte. es extraño, estos encuentros -texteados- se me hacen mas honestos en ocasiones, sin pretensiones.
me gustaron tus relatitos, pasare mas seguido por aca, pues.
abracito bogotano al guabas!
Del putas este poste, grandes cosas suceden y se pierden porq "no era con nosotros..." Abrazos.
Publicar un comentario