viernes, 11 de julio de 2008


Mierda, estómago, cálmate.

Poco hay esta mañana que no sea ella deambulándome entre oreja y oreja.

Curioso: conozco bien este sentimiento, pero nunca lo he sabido controlar.

—¡Hola!
—Espera, llámame luego.

¿Es dulce o amarga esta sensación de no estar en control de nada?

Again: tu-ti-tu-ti-tu-tu

—Oye, yo te extraño en serio.
—Ya sé: malo.

Piiiiiiiiiii… Teléfono en mi, pero bemol, con una B enorme. Mentira: es el corazón, que ha muerto un poquitín.

Y el estómago sigue, vaciándose de pena inútil.
Nervioso nervioso. Descompuesto.

En fin, nada hay nuevo aquí:

Le bonheur est dans l'amour l'état anormal.

¡Diablos!





Pic: Caramel

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