La mujer me interroga sorprendida
me sonríe
mueve sus hombros como en un fuero de entrega.
¿Son mis fantasías o hay sexo aquí
burbujeando como en un caldero
untándose como mantequilla en mi sudor
anhelando cierta afrenta a duelo?
Soy yo, sin duda.
¿Es casado?, me pregunta.
Quiero gritar: ¡Jamás!
¿Y si se enamora en el camino?
Voy rápido para que no me atrapen, río.
Voy, voy, voy.
Pero atrápame tú, mujer de plátano y café molido,
haz de esta carne un amasijo de estertores,
entiérrame y, cada año,
deja tus flores en mi tumba.
(Puerto Remolino, Colombia, 18/12/2009)
1 comentario:
"¡Entiérrame y deja tus flores en mi tumba!" Muy lindo!
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